Finalmente este año lograron cerrar el bracket los hermanos Miyao en el mundial. Habían sido varias las ocasiones que se quedaban en «ya merito». Es común que haya un cierto sentimiento hacia esos rivales que «impiden» que llegues a tu meta. Paulo en una reflexión comenta:
» Siempre vi a mis oponentes como enemigos, siempre pensé que la persona que estaba enfrente de mi nunca podrida ser un amigo. El tiempo fue pasando y me di cuenta que eso solo generaba sufrimiento. ¿Como me puede desagradar alguien que tiene el mismo sueño que yo? Esta persona no es mala, esto fue una señal de madurar. Ahora cuando la derrota sucede nunca clasifico a la persona como buena o mala, solo lo tomo como es y sigo adelante, ya no los veo como rivales si no como compañeros. Si no fueran compañeros ¿Como vamos a desarrollar nuestras habilidades? ¿Como vamos a encontrar la cima de nuestro potencial? Con Gilherme Mendes tuve una relación impar, primero fue mi ídolo, después profesor y mas tarde mi rival, ahora puedo decir que somos amigos. Nunca dejes que 10 minutos definan a alguien como tu enemigo.»